martes, 21 de julio de 2009

Para que se den un quemon de quien es en realidad Marco Antonio Blazquez
Esto lo publico el semanario Zeta
¿Dónde queda la libertad de expresión?
Marco Antonio Blázquez
Presidente del Grupo RadiofónicoMedia Sport de México y PSN Radio
Presente.
Admiro la fortaleza del tijuanense y qué fortaleza de veras, de soportar malos gobiernos y todavía comunicadores de su calaña, desprovisto de ética, protagonista, falso periodista y por si fuera poco amarillista.
Pero lo que más duele es el engaño a la ciudadanía, a ese ciudadano humilde y sincero que cree en usted, Marco Antonio, y que le ha creído todo ese circo de usted, que se llama noticiero La Tremenda 1030 AM Tercera Edición. Ojalá fuera, Señor Blázquez, la mitad del personaje que representa usted de la 1:00 a las 4:00 de la tarde.
Ese personaje protagónico y falso que representa usted, que se maneja con el papel de una persona humilde, ese lobo con piel de cordero que es usted y que lucra con la buen fe de las personas, qué gacho es usted, eh, que se dice ayudar a las personas para pararse el cuello y para que digan qué a toda madre es Blázquez, mira, y ayuda a la gente', no sabiendo que lo hace para atraer los reflectores. Ayuda usted sólo en los casos de mucho peso, los que le convienen, nada más; aquellos que le atraerán los reflectores. Manejando un periodismo amarillista, un periodismo de ataques para servir a sus intereses y a los del Ingeniero Jaime Bonilla Valdez.
Un periodismo que raya en al protagonismo y que utiliza los medios para llevar agua a su molino y atacar al que se deje y muchas veces a gente que no se puede ni defender, acepta algunas llamadas y otras no, lee algunos correos electrónicos que le manda la gente y otros no, los que no le afecten al gobierno en turno, por supuesto, ¿verdad? Utiliza a los tribuneros como grupo de choque, no lee correos que vayan contra sus intereses, o sea, aquellos que, dice usted, son escritos con el hígado. Pero, dígame usted, cómo tiene el hígado la ciudadanía con una ciudad llena de baches, con obras mal planeadas que te hacen la vida imposible en tu trayecto en las mañanas. Dónde queda, pues, la libertad de expresión, le pregunto a usted.
Espero que conozca bien la Ley de Newton, de la cual no está exento.
Le gusta criticar y manejar un periodismo de golpeteos, pero, eso sí, usted no soporta que lo critiquen.
Bipolar de la radio y Caballo de Troya, que busca la canonización y ser beatificado, hágame el favor, ahora rayando en la ridiculez y pone la Cumbia de Blázquez.
¿No le da vergüenza tanto protagonismo? Pero eso sí, cuando no están de acuerdo con usted les avienta al público encima.
Muy inteligente de su parte, demostrando su humilde origen. Nada más le pido a Dios no verlo después en las pancartas postulado para un puesto público de elección popular.
Lo propongo mejor para la nominación al Oscar como mejor actor, vendedor de esperanza, aprovechándose cuando las personas más necesitadas están.
Pero eso sí, no festeje su cumpleaños algún maestro porque se encarga usted de hacerle un juicio y exhibirlo como un mal funcionario; cuando hay peores que usted, ni siquiera se digna a comentar porque están cortados con la misma tijera que usted. Por gente como usted estamos jodidos.
Por un pseudo periodismo chayotero que únicamente busca atraer los reflectores. Y si se siente atacado o agraviado esto no es nada comparado con el daño que hace usted a mucha gente incluso del mismo medio, cuchillo de su propia carne, personaje, porque eso es usted, un personaje servil. Para cumplir consignas, yoyista, yo, yo, yo, yo, siempre.
Para que se diga que fue gracias a la generosidad de Blázquez.
Si realmente quiere ayudar, ayude primero a sus empleados, ellos necesitan más de su ayuda porque es usted hasta negrero.
Que nadie brille más que Marco Antonio Blázquez porque va para fuera de PSN, que nadie critique al divo que se siente en las nubes. Para no ir tan lejos, en Tijuana necesitamos buenos comunicadores, objetivos, dinámicos, enterados de la problemática real de la ciudad, de sus carencias, de sus gobiernos, no de ataque, ni aduladores como usted, simplemente objetivos, que ayuden a que el funcionario se corrija y es válido si lo vemos desde un punto mediático.
Con ojo clínico. Esos periodistas de altos vuelos, que no hay muchos y que no tienen cabida en los medios por su veracidad y valentía.
Continuará.
Agustín PérezTijuana, B.C.

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