martes, 21 de julio de 2009

Mas de Blazquez, publicado esta semana en el Zeta






















Dónde queda la libertad de expresión
(Segunda Parte)
Esa pregunta quiero que usted me responda, señor Marco Antonio Blázquez, ¿dónde queda la libertad de expresión? Si Usted mismo ha coaccionado la libertad de expresión de varios tribuneros, de cuales tengo entendido Usted giró instrucciones precisas de que no se les permitiera participar ni tampoco se les leyeran sus correos electrónicos en ningún programa. A la vieja usanza, pues. Al estilo panista y todo por comentar en contra del pan- gobierno del cual usted es adulador.
Los tribuneros vetados, han manifestado que para poder participar han tenido que cambiarse el nombre y fingir la voz y que Usted criticaba esas viejas prácticas diciendo que su estación era plural y que en su radiodifusora no coaccionaban la libertad de expresión de nadie. Qué gran mentira, Marco. ¡Ah!, pero eso sí, para codearse y congraciarse con la alta alcurnia política y empresarial, ha cedido algunos espacios en el canal de televisión a algunos empresarios y políticos de la localidad para así ampliar su rango de influencia los cuales editorializan su comentario a cuadro y de paso Blázquez queda en los cuernos de la luna.
Pero eso sí, a la prole, ósea al pueblo, no les da nada y es más, hasta les da el cortón así a la gacha. Al menos, claro, que se trate de una situación en la que Blázquez quede como salvador de Tijuana. Lo que en el argot sería una bonanza publicitaria. Porque se olvida de que usted también fue pueblo. Porque aunque lo niegue, usted es panista, o al menos se hace para el lado de la cargada aunque diga que no. Porque si mal no recuerdo el grupo MSM, ósea Media Sport de México, que usted preside, le brindó todo el apoyo a Jorge Ramos en campaña a la Presidencia Municipal. Pero resulta que a la hora de sentarse en la silla, Ramos se olvidó de los compromisos adquiridos y no les cumplió con los números publicitarios. Por eso lo zarandearon utilizando como estandarte el tema de las vías férreas. Ardid político pues. Por eso les dio entrada a todos los candidatos, que como no levantaron, utilizaron el tema para golpear a Ramos y de pasada Blázquez se desmarcó de Ramos. Pero el ciudadano ya no se chupa el dedo. Pues qué casualidad que se unieron todos, justamente en épocas electorales. Por eso Blázquez le ha estado pegando duro y a diario al alcalde Jorge Ramos. Pero eso sí, sin perder el rango de poder. Por eso en estos últimos días ha estado promoviendo a Osuna Millán como presidenciable tratando de convencer al público que no hay otro y que si lo hay, se lo digan. Hágame usted el favor. Pero en fin, así las cosas.
Marco Antonio Blázquez es demasiado bueno para ser verdad. Personaje falso y ficticio. Más falso que un billete de tres dólares. Porque es usted una moneda de dos caras. Por eso para ser leído y escuchado por Blázquez hay que ser un lisonjero.
Marco Antonio Blázquez ni siquiera vive en Tijuana. Tiene muchos años con su programita en distintas estaciones de radio. En Estados Unidos no le funcionó mucho el estilo con los emigrantes. Con muy poca capacidad de convocatoria ha organizado marchas ciudadanas muy poco concurridas, lo mismo que en la organización de eventos y de fiestas. También en eventos altruistas, dejándose ver como una persona humilde, dadivosa, generosa con la comunidad, que tras cámaras y micrófonos resalta su verdadera personalidad, ese ser ególatra y prepotente con un dejo de superioridad. La personalidad de un tipo servil que pasará a la historia sin son ni gloria y se irá así como llegó. Por eso ya no me enfermo escuchándolo. Pues es una línea periodística demagógica, ilusoria, quimérica, figurada. Al igual que usted, Marco Antonio Blázquez. Innoble periodista. Pérfido alevoso con quienes considera inferiores y subordinados.
Me da tristeza más que coraje saber que mucha gente lo sigue, sin saber el tipo de persona que es usted y que poco a poco ha ido perdiendo todos sus adeptos. Tumbando al que se le pone enfrente con tal de sobresalir. Ojalá que esto le sirva para reflexionar, sobre su soberbia y su actitud. ¿Dígame usted dónde queda la libertad de expresión? Pero en fin…
Esta es mi perspectiva, ¿cuál es la suya?
Agustín Pérez Tijuana, B.C.

1 comentario:

  1. Conozco al Maestro Blásquez desde hace más de 25 años y me consta que es un gran periodista. Ético, profesional y sobre todo, desinteresado. No use la calumnia. Modérese.

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